viernes, 1 de febrero de 2008

El extraño caso del "cuello de piel"


Supongo q más de una persona estará echando de menos a nuestra Chinche, tranquilidad en las masas, jajajjajajaj, volverá con su elocuencia característica. Anda bastante ocupada planeando un "crimen perfecto".

Esta misma mñn nuestra Chinche me contaba una historia que por su originalidad, vale la pena compartirla.

Había una vez dos hermanas a las que llamaremos Emilia y Jacinta. Eran ya talluditas, casadas ambas, con sus respectivos maridos e hijos.

Jacinta tenía un cuello de piel, y no me refiero al suyo, q todavía lo tiene (no espicha ni a tiros la señora), me refiero a un cuello de pelo de algo indefinido que la gente usa sobre alguna prenda intentando darle un aire algo más sofisticado.

En aquellos años la mayoría de la gente española pasaba mucha "nesecidad" y llegar a fin de mes, con el sobrecito q los maridos entregaban religiosamente, a sus serviles esposas, era una verdadera misión imposible.

Emilia q económicamente parecía estar en una posición algo más desahogada, tenía un oscuro objeto de deseo, "el cuello de piel" de su hermana Jacinta. Ésta, aprovechando la circunstancia decide vender a Emilia, el cuello de piel, por la nada despeciable cantidad de 700 pts de la época.

Pasan los meses y un buen día en casa de Emilia, Jacinta coge el cuello de piel, se lo mete en el bolso y se marcha tan contenta a su casa. Algún tiempo después Emilia echa en falta el cuello de piel y le pregunta a su hermana si sabe algo de esa inestimable prenda. Jacinta le dice sí, que lo tiene ella porque el cuello de piel es suyo, q sólamente se lo había alquilado durante unos meses por 700 pts. vamos q si lo quería tenía que volver a alquilarlo, jajajjajaj, jajajjajajja.


La historia está llegando a su fin, es q me enrollo con dos de pipas, no desespereis, pues bien, ambas hermanas se enfadan y se tiran la friolera de 12 años, 12!!!! sin dirigirse la palabra.


En la actualidad, a sus más de 80 años, disfrutan la una de la otra, Emilia vive sola y Jacinta es una sanguijuela viviendo a costa de alguien a quien conozco muy bien.

Esta no es una historia ficticia y cualquier parecido con la realidad no es pura coincidencia.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

A mi me paso lo mismo con el banco y la casa que me estaba comprando, al parecer pretendían que estuviese 30 años pagando y además saliendome más caro que el precio inicial.

Por supuesto he dejado de hablarles

Leila Sand dijo...

Cosmito, ya sabes q me alegro mucho de verte.

Cómo vas de tu operación, tas ya currando???.

Uno besito ande, cuidate.

Jabuga dijo...

Jjajaaj yo he seguido el ejemplo de Cosmos y he retirado la palabra al director de mi sucursal bancaria.
Ki, lo de estas hermanas es amor fraternal puro y duro :)
Con lo bonito que es compartir cuello de piel, tarjeta de "El corte Inglés" y lo que caiga!! y seguir tan contentas.
No entiendo ese apego por los bienes materiales, que supera el amor a las personas que nos rodean.
Quizás no se merecieran la pena, la una a la otra...

Jabubesos mil