Se situó al fondo del local, lejos del ir y venir, la copa en la mano rozaba sus labios, y cerraba los ojos distorsionado el frío tacto del cristal, con el cálido sabor de una dulce boca. Oculta, en el refugio que la noche le ofrecía, pretendía volver atrás, de donde tal vez, jamás debió salir.
Él, se aproximó hacia ella, por la espalda, como sólo los cobardes y traidores son capaces de acercarse a su víctima, y muerta de amor, tan ingenua como 20 años atrás, le sonrío desde el alma, deseando que le inventase mil sueños, mil noches eternas, que hicieran de él, el refugio de ella.
Su deseo sólo existía en un sueño, e invento un sueño para aquella noche, lo bebió a largos tragos que la asfixiaron, pero puedo volar sin alas, y se estrelló contra el suelo, y reconoció que su alma siempre había estado ausente. Sólo el amanecer, la despertó de golpe, aunque sabía que podría seguir buscando en cada anochecer.
7 comentarios:
Tanto va el cántaro a la fuente, que al final...
Aynsss!!!, pero...qué cántaro es ese.
Uno kisses
El cántaro da igual, pa' beber sirven las manos: lo importante es saber de qué fuente se bebe, "que los ríos vienen turbios..."
Sip, o los morritos; lo jodido, es no encontrar fuente alguna.
Uno kisses con achuchón
De sueños y esperanzas se va construyendo la vida, pero sin alma, Jo!, está difícil...
Hola Rafa, tienes razón, y a mí me gusta entregarme en cuerpo y alma, en todo lo que hago.
Un cariño
He pasado por aquí por casualidad y...
no puedo añadir nada.
Lo mismo me ha psado con tantos... (Cortázar, Márquez, Kafka, Shakespeare...).
Has impactado a un ser humano anónimo que te lo agradece de corazón.
En el arte siempre algo es algo.
Un admirado saludo.
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