El mosto del Aljarafe, se empieza a degustar a partir de noviembre de cada año, tras haber fermentado y encubado durante unas seis semanas. Su graduación es de unos 11,5º. La palomino, la zalema, la airén, la pedro ximénez y la garrido son algunas de las uvas más utilizadas en su elaboración. Para reconocer un buen mosto, habrá que observar su color pálido como el agua. Si es de uva zalema, tendrá un brillo aterciopelado. Si es de uva garria tendrá un brillo completamente cristalino. En todos los casos emanará un discreto olor a manzanas.
Umbrete, Bollullos de la Mitación, Bormujos, Espartinas o Villanueva del Ariscal son epicentros de uno de los itinerarios con más solera de Sevilla.
En el recorrido por bodegas, bares, tascas y mesones el mosto está presente como bebida predominante durante estos meses de comienzo de temporada y hasta febrero, momento en el que tiene lugar la Feria del Mosto –precisamente en Umbrete–.