jueves, 10 de septiembre de 2009


Dos puntos que se atraen, no tienen por qué elegir forzosamente la recta. Claro que es el procedimiento más corto. Pero hay quienes prefieren el infinito.


Las gentes caen unas en brazos de otras sin detallar la aventura. Cuando mucho, avanzan en zigzag. Pero una vez en la meta corrigen la desviación y se acoplan. Tan brusco amor es un choque, y los que así se afrontaron son devueltos al punto de partida por un efecto de culata.


Demasiados proyectiles, su camino al revés los incrusta de nuevo, repasando el cañón, en un cartucho sin pólvora.


De vez en cuando, una pareja se aparta de esta regla invariable. Su propósito es francamente lineal, y no carece de rectitud. Misteriosamente, optan por el laberinto. No pueden vivir separados. Esta es su única certeza, y van a perderla buscándose. Cuando uno de ellos comete un error y provoca el encuentro, el otro finge no darse cuenta y pasa sin saludar.


(Juan José Areola)

5 comentarios:

~ R ~ dijo...

Que me vais a contar, mi Señora,... a mi,... que caigo en los invisibles brazos de quien no puedo tocar,... debe ser el laberinto,... quizas yo sea el Minotauro.

Expresiones lineales varias.

Jaime Garcigonzález dijo...

En primer lugar las personas no somos puntos, ni siquiera cuando nos atraemos.
En segundo lugar y como consecuencia de lo anterior, el querer explicar la atracción entre dos personas con las leyes de la dinámica del punto en una mano y una pieza de artillería en la otra me parece, cuando menos,esperpéntico.
Pero lo más esperpéntico es, sin duda, que muchos, al leer este tipo de pensamientos subjetivisímos,los apliquen a su propia existencia intentando buscar una explicación a su desorden emocional.

Jaime Garcigonzález dijo...

He dicho.

Anónimo dijo...

Y a mí, que me parecen greguerías...
Aunque lo de la artillería no está mal, aplicado a algún torpedo que conozco...y no me refiero al virginiano, que más que una bomba es un bombón :D

Leila Sand dijo...

Buenaaaaaas!!!, me alegro mucho de veros, aunque sólo sea por aquí, pero...a Dios pongo por testigo, que en cuanto termine los eventos que me mantienen tan ocupada, saldremos a quemar Sevilla.

Un beso para estos dos "pesao" y uno beso a mi Capi preferido.