El tiempo es tan corto… tenemos tan poco, a veces, tan sólo unos meses y un buen día llegas, y alguien se encarga de anunciar su muerte, ya anunciada; y no puedo evitar que una lágrima recorra un camino que deja poso en mi alma.
Cuando tienes la certeza de perder cada batalla, y estás sola frente a “doña burocracia”, y lo que es peor, frente a un corazón insensible en cuyos ojos vacíos únicamente está escrita la palabra “presupuesto”, la impotencia deja paso a la rabia, y las lágrimas de la tristeza, consiguen que de mi corazón, broten renovadas todas las ilusiones, y siempre, la misma esperanza,… tal vez consigan superarlo y,… tal vez, yo les haya servido de algo. Me importa un pito, perder contigo, porque lo que gano al lado de cada una de esas personas que para ti, son sólo uno más, no hay moneda en el mundo que pueda comprarlo.
A Ti llegan personas desesperadas, héroes anónimos que sin recursos, luchan desesperadamente por tratar de hacer felices a familiares sentenciados a muerte, personas con auténticas necesidades que se agarran a Ti, buscando una especie de salvación, y Tú, pedazo de ignorante, qué “cojones” haces, además de calentar la silla.
Necesito escupirte a la cara, a Ti, trabajador social, que sin tus conocimientos, somos muchos los que seríamos capaces de bordar con puntadas de ilusión, un gran lazo de ternura en el lienzo generoso de la esperanza, ¡SO PAYASO!, y una vez más, permitidme, decirle al zoquete este, que sólo se ve bien con el corazón, ¡BERZAS!.
Nota: En memoria de todos aquellos que se van, sin que “este trabajador social” mueva un dedo por ellos.
2 comentarios:
Aunque Vuestra Merced esté enfadada,... y aún a riesgo de llevarme algunos daños colaterales,... paso por este querido lugar para deciros que me alegra mucho volver a leeros.
Expresiones sonrientes varias.
Querido Capi, la verdad, es que entré aquí un poco a hurtadillas, para pegar cuatro gritos, no pensaba encontrarme con nadie, pero me encanta verte.
Pa tu cole, ya sabes...uno - - - -
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